Fonte da Benémola se encuentra entre Querença y Tôr (Loulé), en pleno Barrocal, y es un lugar de rara belleza. En este pequeño paraíso se pueden observar algunas especies de árboles y arbustos poco frecuentes en el Algarve. Fresnos y sauces conviven con cañaverales y zarzas que contrastan con la vegetación mediterránea de las laderas del valle. El medio acuático también es rico en especies animales, entre las que destaca la nutria, que en ocasiones se deja ver. En las cuevas que encontrará en los alrededores todavía se pueden ver en ciertas épocas del año dos colonias protegidas de murciélagos. Para observar estas especies, nada mejor que iniciar una aventura por el recorrido pedestre de Ribeira da Menalva.
Más al oeste, los manantiales de Alte (el Grande y el Pequeño) constituyen uno de los lugares más apacibles de la región, con aguas cristalinas procedentes del arroyo que les da nombre. Durante siglos, estas aguas procedentes del manantial Grande abastecían y servían al pueblo y los campos de los alrededores. En la actualidad, este espacio cuenta con un agradable parque para merendar, un apacible lugar con mesas y bancos de piedra perfecto para dar un paseo o ir de picnic o para descansar rodeado de un bucólico paisaje que inspiró a muchos poetas y artistas. Junto a estos manantiales naturales también se celebran festivales folclóricos que llenan de animación, color y alegría al pueblo de Alte (Loulé).
Camino de Portimão, en Estombar, el Sítio das Fontes es uno de los parques del Algarve más buscados para ir de picnic y bañarse. Famoso por la laguna que forma el agua de los manantiales naturales, en este parque también podrá visitar un molino de marea rehabilitado, y una casa típica reconstruida, asistir a espectáculos en un anfiteatro al aire libre y cuidar su forma física a lo largo de un recorrido especialmente diseñado para ello.
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